EL MUNDO SEGÚN LAS PALABRAS
El universo está en sus clases. La enseñanza hace parte de su vida cotidiana. El aprendizaje es una acción conjugada en presente activo. La poesía ilumina sus amaneceres. Su voz canta
siempre a la existencia y el pluralismo. Su conocimiento es un don del servicio. Su amistad se hace realidad más allá de las aulas, de los micrófonos, de las letras, de la visión compartida de un mundo en construcción.
Por ello, cuando hoy día crecen los “esclavos” alucinados de las tecnologías y los libros, encontrarse con un texto múltiple y multitudinario como Hablemos de todo un poco, resulta una grata aventura encontrarse, redescubrir, releer una serie de artículos que nos permiten conocer de cerca la creación de un cosmos producto de las palabras.
Y es que allí, en la sabiduría y el juego permanente con las palabras, está la clave de la fortaleza de los textos del educador, periodista, orientador escolar, padre, esposo y abuelo, Jairo Herrera Cardoso, un ser humano que a través de sus escritos, ya sean poemas, cuentos, cartas, o como en esta grata oportunidad, una serie de artículos y crónicas, entran en el alma del Huila, de sus gentes, de sus manifestaciones artísticas, académicas, espirituales, culturales, de sus creadores, con un lenguaje popular, cercano y que nos permite visualizar imaginarios ciertos y realidades soñadas.
Leer Hablemos de todo un poco, libro que ha visto la luz gracias al apoyo de Alpavisión, de la familia, amigos, alumnos y colegas de Jairo Herrera Cardoso, al igual que el respaldo de Altazor Editores, es sentir las canciones sampedrinas, vibrar con los desfiles, escudriñar en los compositores, explorar la mágica vida estudiantil, aprender a ser un buen opita, a cultivar la huilensidad, los retos de la escuela hoy, entre otros.
Por eso asegura Jairo que “La educación integral debe volver a la feria de la ciencia, la recreación, al cine club, a las conferencias y conversatorios dentro del currículo flexible y contextualizado”, como debe ser la vida misma.
Heber Zabaleta Parra
Editor Periodístico
PEDAGOGÍA Y EDUCACIÓN
Democracia y organización de comités escolares
La acción educativa debe ser integral; es decir, abarca todos los aspectos del desarrollo de la persona, ser creativos con lo metodológico, didáctico, sin olvidar otros elementos esenciales de la acción pedagógica.
Dedicar todos los esfuerzos a lo didáctico, sería entonces, una forma de evadir los problemas de fondo, lo pedagógico plantea otros dile- mas, no quiere decir que lo metodológico carezca de valor, sino que debe subordinarse a la definición de propósitos misionales que orienten todo nuestro que hacer educativo.
Lo anterior sirve de punto de partida para reflexionar sobre cuál debe ser el verdadero papel que debemos realizar como asesores inmediatos de toda una acción educativa y sobre un grupo de estudiantes con intereses y valores diferentes y procedentes en la mayoría de los casos de hogares disfuncionales que reclama a gritos calidad de la educación.
Es importante que se clarifique cuáles deben ser los verdaderos objetivos educativos y el tipo de hombre que reclama la sociedad, para viabilizar la organización de la institución de comités escolares y contribuir democráticamente al proceso educativo, de tal manera que permita a los estudiantes participar en la toma de decisiones que favorezca el nivel de exigencia, rendimiento académico y social de los estudiantes, para ello se debe dar vía libre a propuestas que permitan mejorar sustancialmente la democracia escolar en el aula de clase.
Los distintos comités se organizan internamente y se dan su propio reglamento; conformados por: coordinador, secretario y tesorero.
El coordinador general, líder del salón o representante es el gestor del comité y está facultado por el director asesor de grado para presidir las reuniones, y es el encargado de dirigir la planeación, organización, ejecución y evaluación de las actividades del comité y es el directo responsable ante el director de curso y compañeros de salón de sus actuaciones.
El comité de solidaridad y primero auxilios se constituye para rescatar valores institucionales, superando los Disvalores como el egoísmo e individualismo muy comunes en el aula de clase, para darle paso a la acogida, aceptación, solidaridad y la inclusión.
El comité de solidaridad y primeros auxilios realiza las siguientes funciones: propender por el estudio y práctica de valores, charlas, conferencias, conversatorios, proyecciones, edición de boletines semanales, propende por la solidaridad y el bienestar de la institución, colabora en campañas benéficas, impulsa acciones concretas en momentos difíciles de los estudiantes (muertes, accidentes, incapacidades, salud, duelos), difunde ideas sobre primeros auxilios y realiza en campañas para la dotación del botiquín.
El comité académico y de convivencia cuenta con las siguientes funciones: dialoga con los docentes de situaciones específicas del rendimiento académico y propone alternativas de solución, buscando estrategias para colaborarle a sus compañeros con dificultades académicas y de convivencia, establece monitorias y padrinazgos de acompañamiento entre compañeros con mejor nivel de exigencia grupal y estimula el trabajo social, colabora con las formaciones cuando se reúne la comunidad para realizar los buenos días y las buenas tardes e impartir informes, procura mantener en orden de los puestos asignados por el director de grupo, colabora y sugiere que el uso del tablero es exclusivo para asuntos académicos, por lo tanto siempre debe permanecer limpio, lleva el libro de control de asistencia diaria y el libro de conciliación en compañía con el director de grupo, impulsa el adecuado porte del uniforme únicamente para las labores diarias del colegio y colabora con los docentes en los turnos de convivencia escolar.
El Comité de Bienestar y Ecología, cumple entre otras con las siguientes funciones: se encarga de la decoración del aula de clase, c uso adecuado del almanaque, horario, materas, canecas de la basura, cestas), impulsa buenas relaciones humanas entre los docentes, el grupo y entre compañeros, planea actividades de bienestar, cumpleaños, directorio de estudiantes y profesores que imparten clases en su salón, contribuye con la armonía de clase. Ubicación, orden de los puestos, aseo, difunde ideas sobre ecología humana, cultura ecológica, colabora con el orden de las filas en la tienda escolar y propende por la cultura del aseo, promueve campañas de limpieza y a la última hora de clase colabora con dejar el salón limpio y ordenado.
El Comité de Deportes y Recreación es el encargado de organizar los recreos animados y lúdicos en compañía del profesor de educación física y cumple con las funciones de: promueve la organizar los juegos intramurales o íntercursos, lidera la inscripción los diferentes equipos que participan en los campeonatos, colabora con la selección de jugadores que representan la institución y que participan en eventos deportivos, dirige las actividades recreativas en los descansos, selecciona un grupo de estudiantes para estar pendiente del mantenimiento de los campos deportivos y materiales del colegio, realiza creativamente campañas para obtener recursos económicos tendientes a comprar implementos deportivos para ser utilizados exclusivamente durante los descansos para fortalecer los recreos animado, colabora con los profesores encargados de los recreos animados y lúdicos con los juegos, didácticos y de mesa en la entrega, custodia, cuidado y mantenimiento de los materiales.
Los coordinadores de los comités y los líderes al igual que sus integrantes se les reconoce su trabajo escolar otorgándosele las 80 horas del Servicio Social, en consecuencia, los comités por salones se convierten en organismos democráticos de participación ciudadana donde se estimula el fortalecimiento de la democracia y la organización en la vida escolar.
CRÓNICAS
Lavandera sin músico zurdo
Recuerdo los viajes en tren acompañados de mi abuelita Clementina. Al sacar mi pequeño rostro por la ventana, me imaginaba las montañas como hieleras de toros cebús y, cuando la brisa acariciaba mi piel, me parecía que las cordilleras se convertían en camellos.
Siempre vivimos en casa de arrendamientos, pero lo más hermoso de ellas eran sus grandes solares, en donde jugábamos con mis hermanos Yesid y Javier, porque todavía no había nacido la “Cuncia”. La primaria la realicé en la escuela central de varones “Ricardo Borrero Álvarez” y mi mamá me ayudaba a transcribir cuando me quedaba atrasado en los cuadernos.
Cuando nació Luz Dary, la “Cuncia” ya teníamos casa propia en el barrio “Reynaldo Matiz”, fruto de las lavadas de ropa de mi mamá y de las serenatas de mi papá. Soy el mayor de tres hermanos y por delegación me correspondió el cuidado de ellos, el aseo de la casa, ir a la plaza a hacer mercado y enseñarle las primeras letras a la “Cuncia”. Las tareas de mis hermanos las hacíamos en compañía, y cuando a mi mamá le iba bien, nos daban para el recreo y para montar en microbús.
Nicéforo “el zurdo”, nos reunió una tarde después de sufrir un accidente de tránsito que lo llevó al lecho por mucho tiempo, y nos contó que le quitó una tabla a la cama de su mamá para hacer una guitarra con cuerdas de alambre. Como era zurdo, se inventó que cada cuerda que sonaba al aire tenía un valor de diez y al pisar un traste once; hoy en día se gana la vida como profesor de guitarra.
—Miren muchachos, —continúo mi papá—, Cada cuerda tiene un valor de diez, la segunda vale veinte, la tercera treinta, la cuarta cuarenta y la quinta cincuenta, si usted le pisa el primer traste a la segunda cuerda será veintiuno y así sucesivamente.
Yesid fue músico y literato (q.e.p.d). Javier, pianista y profesor. Yo, por el contrario, me incline por el teatro, la danza y la narración oral, ganando el Primer Puesto de Oratoria en el Colegio INEM “Julián Motta Salaz, siendo jurado en aquella ocasión el profesor Reinel Salaz Vargas.
Amira continuaba lavando ropa porque las serenatas y la música alejaron al zurdo en brazos de otra mujer y a mi mamá le tocó ser jefe de hogar; es decir, mujer cabeza de familia. Reunidos en nuestra vieja casa de bahareque, mi mamá nos dijo:
—Mijos, estudien y disfruten, porque el que estudia se libera, de mi parte yo les ayudo en lo que pueda.
En el colegio Instituto Nacional de Educación Media (INEM) fui monitor del área de sociales, formé parte del TEIN (Teatro Experimental INEM Neiva), como actor principal de “El hombre que vendía talento”, obra escénica del ilustre Gustavo Andrade Rivera. Para ayudar- me en mis estudios, forme parte de las comparsas de Don Abundio y me dediqué como bailarín a ensayar la coreografía del sanjuanero a las candidatas de los barrios Reinaldo Matiz y Efraín Rojas Trujillo.
Me gustaba tomar tetero (agua de panela con leche), pues era una delicia que me transportaba al infinito, más allá de mi sol, un sol de esperanza e infatigable como mi mamá que siempre estaba a mi lado.
HUILENSIDAD
Requisitos para ser un buen opita
1. Amar la Tierra de Promisión que nos vio nacer y resaltar personajes ilustres como José Eustasio Rivera, Jorge Villamil y Antonio Cuéllar Rumichaca.
2. Disfrutar del jolgorio cantando joropo, bailando Sanjuanero y en- tonando un buen rajaleña de Aipe, La Plata, Teruel. Guacirco y Campoalegre.
3. Saborear un bizcocho de manteca, una mistela, un quesillo ya- guareño, un exquisito asado huilense y un Sancocho de gallina.
4. Pronunciar con gallardía el lenguaje opita y popular: Guámbito, chingue, culimbo, zarzo, buen primor, guarilaco, segundilla, zum- bambico y gritar en las fiestas ¡Viva San Pedro!
5. Cuando sea invitado a una fiesta familiar, halagar a sus invitados
diciendo: ¡viva el que baila, viva el dueño de casa y que viva yo!
6. Haber sido asustado y espantado por la viuda alegre, el carro fantasma, la patasola, la madre monte, las brujas de Otás, la llorona, el duende y cualquier leyenda o mito de la cultura mega- lítica del alto Magdalena.
7. Visitar una de las tantas maravillas con que cuenta nuestra Tierra de Promisión: El Desierto de la Tatacoa en Villavieja, las Terma- les de Rivera, la Caja de Agua de Paicol, el Alto de los Ídolos en San José de Isnos, la Estatuaria Agustiniana, la Cueva de los Guácharos en Acevedo, el Salto de Bordones en Saladoblanco y el nacimiento del Río Grande de la Magdalena en el Páramo de las Papas.
8. Sentir nostalgia, añorar y soñar con el canto de las aves y el regreso de los loros al parque Santander.
9. Ser alegre, hospitalario, honesto, emprendedor, trabajador y lu- cir con orgullo un buen sombrero suaceño, un rabo’e gallo, unas alpargatas y un traje blanco, símbolo de pureza y grandeza del opita.
10. Bailar acompañado un palo parao, sanjuaneros, bambucos, tor- bellinos y pegarse la rodadita.